Primera del singular

Yo que crecí sobre el aire
que rechacé unas raíces que nunca eran mías
(hubo en ello una intención de cándido martirio)
que crecí entre mareas, que vivía en un mundo
de raíces de un pequeño limonero
de una montaña de arena en un galpón en ruinas
de un patio de granito
de una huerta preñada de tomates y tortugas
de un hormiguero en orfandad boca a un cielo de tormenta
de las babas del diablo
temblando entre pilotes donde hacían nido los abejorros
y por supuesto, de la flor del panadero
el 5 de enero a la hora de la siesta
(demasiado esfuerzo en rechazar esas raíces
que nunca eran mías)

yo que quise la libertad y no tuve el valor
pero tuve la mañana
(la que duele, y la que no),
yo que decía
que quise el río el mar la laguna y la acequia
ahora digo: sé quien soy,
los predicados no los proclamo: no sé predicar.

Comentarios

tula ha dicho que…
...como: que me ha gustado,,,y además nunca es tarde mientras estemos vivos,aunque a veces nos asustamos y demoramos en la partida..
saludetes
Kosmonauta del azulejo ha dicho que…
¿Partida?
...
¿qué has entendido, Tula?
...
Vaya, es lo que ocurre con las palabras...
¡el poema debe ser muy malo! :D
tula ha dicho que…
la partida es abstracta, y creo que lo he entendido, y no es malo y las palabras confunden (mi próximo post será Babel).....con cariño
Kosmonauta del azulejo ha dicho que…
ahhhhh...
Anónimo ha dicho que…
Las raíces siguen siendo tuyas, siempre y cuando quieras. También podés regar otras nuevas, al fin y al cabo el bicho humano es hijo de las flatulencias, los oprobios y los amores distraídos de las cuatro razas...
ahhhhhhhhhhhhhh...
CH-CH
Kosmonauta del azulejo ha dicho que…
Pero yo soy como el nenúfar, Chinchu... será por eso que me gusta tanto el mundo árabe ;)

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