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Mostrando entradas de febrero, 2012

En la boca del diablo

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A la memoria de Lucas Menghini Rey y de las víctimas de la tragedia en Once. Dedicado también a los activistas de todo el mundo que luchan por los bienes de la Tierra. La mujer del pantalón de fajina se tumba en medio de la ruta resuelta a cortar el paso a los camiones. No hace nada, no se mueve, pero se retuerce y se mueve, lucha. Igual la sacan. Ciego de rabia -o de miedo- un ezbirro de la Barrick Gold se arrebata delante la prensa. Levantan a la mujer entre dos hombres y la dejan a un costado de la ruta como un fardo. Ella se levanta y vuelve a tumbarse delante de los camiones. Los hombres vuelven a sacarla. Mujer de pelo largo con pantalón de fajina. En El Dorado el agua vale más que el oro. Esto no es una epifanía revolucionaria, aquí se lucha por el agua. Los restos de una mina abandonada en la provincia de San Juan, Argentina, allá por el 46. Un viejo ingeniero de piel oscura se pasea tristemente por los restos de un cenagal de agua y azufre: “Ácido sulfúrico”

De gayegos y de argentos

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Los españoles trajeron la Biblia y se llevaron el calefón. Pero vino un argentino, y con tres cartones, cuatro chapas y un par de alambres armó un artefacto similar. No sólo funcionaba como un calefón, sino que además lo vendió al doble de precio y montó una empresa de calefones. Con la Biblia pasó algo parecido. Cuentan que alguien la dejó en un rincón y cuando por fin se acordaron de que estaba ahí se la encontraron apolillada. El papel se caía a pedazos, nada más que un montón de polvo. Pero vino el mismo argentino de antes (o por ahí era otro, no sé) y le mandó un remiendo sobre el carácter irrenunciable de la única ley nacional: el que tiene guita hace lo que quiere. Ergo, todas las demás leyes son canjeables. Lamentablemente he perdido la costumbre de que me tomen el pelo. Había olvidado que la tomadura de pelo a la argentina puede ser brutal. Como había olvidado también que en Argentina, a los españoles -gayegos, gaitas-, se les desprecia tanto como se nos desprecia