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Mostrando las entradas etiquetadas como Argentina

LA LOCA

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  El concepto de LOCURA es uno de los más bastardeados de la historia. Cuando se le atribuye a la mujer, peor todavía. ¿Por qué? Es simple: porque somos el principal sujeto de opresión del sistema patriarcal. Somos las reproductoras, las incubadoras de la humanidad. Por lo tanto, no se nos permiten disidencias. Estas disidencias, que nos hacen habitar el mundo de una manera diferente, y por ende percibirlo de un modo distinto, definen lo que algunxs empezamos a llamar DIVERSIDAD PSÍQUICA. Ya lo habrán escuchado muchas veces: cuando hablamos de enfermedad/ trastorno: ¿qué es lo que tomamos como referencia para definirlo? ¿La normalidad? ¿Y qué sería la normalidad? ¿Cómo se define? ¿Qué marco de referencia se utiliza para hacerlo? Y sobre todo: ¿QUIÉNES la definen? No soy una especialista en salud mental, sólo soy una LOCA más que hace, deshace y se hace muchas preguntas. Una LOCA que demasiado a menudo se ríe de su propia locura. Y que otras, tantas, la padece y la llora. E

La queja

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La foto de arriba es de Tracey Emin (1963), segunda artista inglesa más famosa después de Damien Hirst, y representante de la Young British Artists . En 1999 ganó el premio Turner por su instalación My bed , que se expuso en la Tate de Londres. Tracey se apunta al llamado Arte confesional, ya que toda su obra es autorreferencial, y ella misma reconoce tener una adicción a su propio ego. La obra My bed consiste en la exposición en crudo de su propia cama deshecha, con las sábanas sucias y manchadas de humores de todo tipo, mientras en el suelo y sobre una alfombra azul se ven todo tipo de objetos y detritos, que incluyen paquetes de cigarros, colillas, botellas, juguetes, bombachas sucias, cajas de medicamentos, e incluso preservativos y tampones usados. El mercado del arte, que sabe bien cómo jugar sus cartas, halló una buena oportunidad de negocio para esta ya harto conocida combinación de morbo y excentricidad, y compró la obra por 100.000 libras (aunque fue pasando de compr

Pater noster

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Ama a tu prójima como a ti misma. Los viejos machismos de toda la vida están a la vista, y van siendo escrachados diariamente, aunque no siempre se hace justicia como querríamos, y por desgracia, las cifras de femicidio aumenten. Ningún hombre “normal” dejará de horrorizarse ante el bestialismo del que son capaces muchos de sus congéneres. Ningún hombre “normal” dejará de solidarizarse con las víctimas y su dolor, a veces inenarrable. Espantoso dolor, brutales heridas que parecen ser más el resultado del ataque de una bestia que de un ser humano. Muertes horribles en manos de individuos que la antropología y la biología define como hombres, pero que al ver los resultados de sus actos una llega a preguntarse si no debería redefinirse su especie con otro nombre. Pero, ¿dónde empieza el machismo? ¿Es siempre tan palpable, tan extremo como esa punta de iceberg que nos muestran las noticias? ¿O más bien, existen otras formas mucho más “sutiles”, que no salen en las noticias, pero

Brothers

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Cada cuatro años los hermanos vuelven a pelearse. Una especie de guerra fratricida cuyo campo estratégico es el lenguaje y la distribución del alimento. Los dos candidatos que se odiaban son de la misma sangre. Algunos piensan que ganó Caín. Otros creen que Abel les salvará la vida. Y en la guerra se confunden los nombres, las esperanzas y los bandos. Son el fruto de una madre que no supo unir a sus hijos. Que los dividió. Uno y otro probaron la ingobernabilidad del clan. Y ahora hay frustración. Mucha. O sea, como siempre. Aunque éste sólo sea el principio, ya empieza a notarse que la resignación amenaza con ganarle a la ira. El clan cree que lo ha probado todo sin saber que nunca ha cortado el cordón. Hablando en griego: el clan ignora que la realidad no es tal, sino sólo un montón de sombras sobre un muro que él confunde con su padre. 

Fin de fiesta

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Es lo que tiene el populismo: que crea la sensación del padre-madre recuperados. Y cuando el padre-madre se van, retorna la orfandad. ¿El empoderamiento es ficticio? Creo que es precipitado juzgar. El tiempo, testigo de todas las transformaciones, nos mostrará si acaso ha habido conato de empoderamiento, o no. Quiero creer que sí y que estas lágrimas no son en vano. Quiero creer que esto es parte del proceso que nos llevará a la construcción de una democracia forjada -como todas las democracias, si es que hoy día se puede hablar de ello- en el caldo agridulce de nuestras propias marchas y contramarchas. Al fin y al cabo, suba quien suba, para un país como el nuestro -siempre robado, violado, rapiñado- los pingos se ven a la hora de compartir el pan. En ese espacio-tiempo concreto sin bandos ni ideologías, es donde se conoce a las personas al desnudo: por su capacidad de partir el pan y darlo. El resto quien sabe si no sea sólo contingencia para ponernos a prueba frente a nosotros y l

Por la boca muere el pez

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En estos años he conocido esclavos con privilegios, gente que trabaja para el modelo y vive de él. También he conocido gente que se enriqueció o que obtuvo beneficios a su costa. Y gente que lleva meses sin cobrar el sueldo, ésa también la conozco. Lógicamente, los primeros están aterrorizados, porque cuando caiga papá-estado ya no habrá protección. Los que no cobran están indignados, como ha de ser.  He visto mucha manipulación de los medios informativos, y no sólo de la oposición, sino de la prensa oficialista. La prensa siempre fue el talón de Aquiles de este gobierno, que no ha podido entender que sólo los buenos relatos son de larga duración, y esto siempre y cuando la ficción sea capaz de transformar la conciencia. Roland Barthes tenía razón cuando habló de la cárcel del lenguaje. Sin embargo, tarde o temprano la realidad termina superando y derrumbando todos los relatos, y se impone como tal. Cuando se acaban las palabras, vemos entonces que lo único que nos queda es la re

Dogmas que asfixian

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Los psicólogos argentinos se forman a espaldas de los centros científicos mundiales, consultan textos obsoletos en ediciones nuevas, no cuestionan la opinión de sus docentes ni la contrastan con las sedes de datos o las publicaciones extranjeras y, lo que acaso constituya el problema mayor, no perciben estas falencias o se ufanan de ignorar lo mucho que ignoran.   Campos propicios para el reclutamiento, los departamentos, escuelas o facultades de psicología constituyen ámbitos donde no es posible hallar un perfil de graduado o una condición de logro convenida. Alberto Vilanova. (2003) "Discusión por la Psicología". Mar del Plata, Argentina Lamento comprobar día a día el grado de dogmatismo en el que hemos caído. El pensamiento único, la corrección política, y por supuesto el maniqueísmo que divide las ideas entre "correctas e "incorrectas" con el angustioso filo del dogma, son lo que priman. Dogma en la religión. Dogma en la política. Dogma en lo cientí

Jaulas

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Hoy, la humanidad, como nunca antes, está dividida en dos mitades aparentemente irreconciliables. La regla psicológica dice que cuando una situación interior no se hace consciente, ocurre afuera en forma de destino. Es decir, cuando el individuo permanece sin dividir y no se vuelve consciente de sus contradicciones internas, el mundo debe expresar forzosamente el conflicto y partirse en mitades opuestas. -Carl G. Jung, 1959.  Curioso el tema de la percepción. Calculo que la gente de prensa debe dedicar meses y años al estudio de cómo influir sobre las masas. Esto que digo -nada nuevo- y que a muchos les sonará a lugar común, deja de serlo en el mismo momento en que pasás de un contexto a otro y queda confirmada la perversidad de los medios informativos y sus ordenantes: los gobiernos. Por ejemplo. Cuando vivía en España, las noticias que llegaban desde Argentina eran alentadoras. Como la Madre estaba cayendo, la Hija crecía. La propaganda populista parecía ser un soplo de aire

La cruzada

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Elucubraciones aparentemente sombrías que se me ocurren cuando voy por la carretera. He vuelto a verlos después de largos años en otro país. Algunos envejecieron y otros están casi igual de pibes que cuando me fui, pero con canas. La mayoría formó su propia familia, otros todavía deambulan por los recovecos de hielo que les dejó el recuerdo indeleble de la guerra, y otros simplemente sobreviven trabajando "en lo que sea", o fijos en un puesto de empleado público que les asegura el pan. La estabilidad, no. No hay nada que asegure la estabilidad… de nada. Somos todos de la misma quinta. De la quinta infértil de una escaramuza que, dicen, pudo acabar con una dictadura. La sangre del cordero derramado que sirvió para tal fin fue la de ellos. La otra, la del holocausto de número consolidado que asciende a 30.000, sólo llegaría a conocerse después. Los primeros regresaron a casa con un dignóstico base tatuado en la mirada ansiolítica, y una verborrea en clave morse qu