Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como SIN ETIQUETAS

Parado sobre su coliflor

Imagen
Era un muchacho joven que venía de una ciudad del norte del planeta. Tenía un corazón tan grande como su sonrisa. Sus ojos brillaban de contento mientras se acercaba cruzando el terreno donde me encontraba sembrando. Cuando llegó a mi lado me preguntó dulcemente: "¿Puedo ayudarte?". Yo le respondí con otra sonrisa: "Sí, pero, por favor, primero bájate de mi coliflor". No se había dado cuenta de que, en su camino, había matado varias docenas de coliflores recién trasplantadas y, finalmente, se había quedado parado sobre otra. No se trata sólo de tener la más pura intención, se necesita también una mente amplia y sin dogmas, que nos permita evaluar honestamente el posible daño de nuestros buenos propósitos. Primero, hay que ver dónde estamos parados. Para algunos, es fácil borrar 5000 años de cultura; para otros, estos últimos cinco siglos sólo han sido un pequeño tiempo oscuro. Así, quiero decirles entonces a todos los queridos hermanos que desean "darnos un

El tano

Como me dijo un amigo hace años, mi padre tenía un karma movido. Su número era el 8 -el del infinito- y su signo, Géminis. Creo haber contado ya que fue ex combatiente de la II G-M, un asunto que a mis amigos les resultaba interesantísimo. Ellos le llamaban cariñosamente el tano. Una vez, siendo aún adolescente, intenté escribir su historia, pero la dejé en pleno relato de su escapada a bordo de un tren que marchaba desde su campamento, a la capital, Addis-Abeba (estuvo destinado en Etiopía por órdenes de don Benito, a quien despreciaba con un odio difuso) y que, según él mismo contaba, a mitad de camino tuvo que vérselas con una insurrección de africanos tras la toma de Etiopía a mano de los ingleses. Si dejé el relato, fue porque no podía imaginarme tal cosa sin estar en su pellejo. Sin ser un Indiana Jones, mi padre -un hombre tan pequeño como inexplicablemente fuerte- no sólo consiguió resisitir a la insurrección, sino que también resistió a la bala que se le metió por el cuello y