Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como malos pensamientos (II)

Los malos pensamientos (I): católicos

Imagen
Los curas siempre me dieron repelúz. Y tiene mucho sentido, si se piensa que parte de la escuela primaria la hice en un colegio de monjas. Hermanas de la Caridad, devotas de San Vicente de Paul. A la hermana del Salvador, mi maestra de cuatro grado, nunca se le conoció una sonrisa. Tenía unos ojos de un azul metálico que metía miedo incluso al personal masculino de mantenimiento. Su epíteto favorito para nosotras era zánganas.   Naturalmente, fui bautizada e hice mi primera comunión a los 9 años. Para entonces mi madre ya había reñido con la Superiora y tuvo el buen tino de inscribirme en un colegio estatal. Sin embargo no pude librarme ni del catequismo ni del cura del barrio.  Igual al catecismo fui poco: cada vez que tenía clase me daba un ataque de asma. Nunca supe qué era peor, si el asma o el catecismo. A la hora de tomar la primera comunión -la Sagrada Hostia- lo más difícil para la peña era tener que confesarse por primera vez. El asunto del pecado nos tenía a maltrae